Forman parte del Conicet y de la Universidad Nacional de Río Negro. Se encuentran Neuquén, Bariloche, Viedma y Puerto Madryn. Darán un servicio para garantizar que los pacientes que necesiten el cannabis medicinal no reciban productos alterados.
Para evitar el consumo de cannabis medicinal en concentraciones inadecuadas o directamente falso, la Patagonia se prepara para abrir cuatro laboratorios de análisis químicos. Esos laboratorios permitirán tener más seguridad sobre el contenido de los aceites de cannabis que la gente obtiene por autocultivo o por compra.
La movida de los laboratorios se inició por diferentes situaciones que se han advertido. Médicos reconocen que cada vez atienden más pacientes que llegan a los consultorios con un consumo previo de aceite de cannabis. Pero muchas veces no consiguen el efecto esperado. Puede suceder que ni la variedad de la planta ni la dosis sean las adecuadas. O que el presunto aceite de cannabis, en realidad, no contenga cannabis.
Estamos saliendo de un paradigma que criminaliza el uso de cannabis hacia una lógica de la salud pública!
Rolando Gonzlez-José (Conicet)
La preocupación de autocultivadores, organizaciones, médicos y particulares de conocer qué es lo que producen o consumen llevó a que laboratorios públicos de la región patagónica solicitaran autorización al Conicet para comenzar a evaluar la calidad de los preparados. El trabajo comenzará una vez que la pandemia del coronavirus lo permita, a través de la cromatografía, un método que se utiliza para preparar sustancias y cuantificarlas.
“Hemos hecho pruebas con aceites que la gente compró y algunos eran de oliva. Ni siquiera tenían cannabis. Por otro lado, el que lo autocultivó sabe que es cannabis, pero desconoce la composición exacta”, comentó a Río Negro Guillermina Bongiovanni, directora del Instituto de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Procesos, Biotecnología y Energías alternativas (Probien), que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue en Neuquén.
Otro investigador del Conicet en Viedma, Daniel Barrio, contó que analizaron aceites ricos en THC (tetrahidrocannabinol) que se iban a dar a pacientes con problemas neurológicos cuando en realidad, lo que necesitaban eran aceites ricos en cannabidiol. Es que cada patología requiere diferentes principios activos de la planta de cannabis si se busca como tratamiento. Aunque vale aclarar que el cannabis medicinal no es útil para todas las enfermedades que padecen los seres humanos.
El Probien en Neuquén, el Centro Nacional Patagónico (Cenpat), en Puerto Madryn, Chubut, el Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (Ipatec), en Bariloche, y la Universidad Nacional de Río Negro, en Viedma, forman parte de la Red de Cannabis Medicinal, nucleadas por el Conicet, que comenzarán a realizar análisis de muestras. Los especialistas advirtieron que el consumo de aceite de cannabis sin un control por parte de los médicos conlleva muchos riesgos, y hoy en día, mucha gente compra o produce su propio aceite de cannabis sin conocer la composición química, según Rolando González-José, director del Cenpat, de Puerto Madryn.
La organización civil Ciencia Sativa organiza ateneos abiertos destinados a profesionales de la salud interesados en aprender sobre el cannabis medicinal, terapéutico y paliativo. Más médicos buscan información. “Además, con la pandemia, aumentaron las consultas por insomnio y ansiedad”, dijo la bióloga Gabriela Calzolari, de Ciencia Sativa.
Río Negro será pionera en una experiencia de producción de cannabis con fines terapéuticos e investigación en 2 hectáreas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Guerrico, cerca de General Roca. “Estamos a punto de obtener la resolución del Ministerio de Salud de Nación para tramitar la importación de semillas. Senasa Colombia ya nos habilitó para importar pero falta Argentina. En el predio, estamos removiendo la tierra para cuando insertemos los invernaderos. Ya instalaron cerco perimetral y cámaras.
Evidencias de la ciencia para el cannabis médico
Hay evidencia científica respecto al beneficio del uso de cannabis medicinal en epilepsias refractarias, dolor neuropático y la espasticidad muscular. También para calmar el dolor, según informó Daniel Barrio, profesor de la Universidad de Río Negro e investigador farmacéutico del Conicet. Puntualizó que “se usa especialmente en pacientes con dolor tratados con morfina. Frente a una crisis del dolor es preferible usar cannabis antes que aumentar la dosis de morfina” . Mencionó que también hay evidencia científica “aunque no tan concluyente para los tratamientos del sueño, oncológicos (para mejorar el apetito, por ejemplo), síndrome de Tourette y otros problemas neurológicos. Hay algo de evidencia científica vinculada al Parkinson y para tratar náuseas y vómitos en pacientes con cáncer. Para los tratamientos de la piel la evidencia es algo más débil”, reconoció Barrio. La UNRN avanzó en un convenio con la Productora Farmacéutica Rionegrina (Profarse), contempla a cannabicultores locales y municipios.
Fuente: www.rionegro.com.ar
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