“Desde una edad muy temprana sentí una conexión muy profunda con el reino de las plantas y los hongos. Tengo un recuerdo de muy chiquita caminando descalza por un pastito de helechos, musgos y frutillas silvestres y sintiendo el amor de la tierra en las plantas de los pies. Sentí como circulaba mi energía hasta el suelo. Y a partir de ahí empecé a estudiar las plantas, y se convirtió rápidamente en una habilidad. Reconocer una planta y si tiene carencias solo con mirarlas y tocarla. En la adolescencia pude cumplir mi sueño de estudiar en la E.P.E.A N°2, a la que siempre sueño con volver”, nos cuenta Ivana.
“Las plantas no son nuestras, son del mundo. Al igual que una misma” afirma Ivana y es allí donde se apoyan todos los años que, de forma constante, ha reproducido árboles y plantas de todo tipo para regalar o sembrar ella misma. Y de esa forma aportar ese granito de arena a la naturaleza y a su existencia. Ese árbol que será hogar de aves e insectos, que dará sombra y purificará el aire.
Si cada una de nosotras en casa pudiéramos tener 2 o 3 ramas de algún árbol enraizando en agua, y luego pasarlas a tierra y regalar o sembrarlas en algún lugar que tenga riego, el lugar donde vivimos sería tan hermosamente distinto. Quiero dejar este mensaje a mi generación y a las que vienen. Hagan árboles.
Internet ha democratizado el acceso al conocimiento y con esto la posibilidad que tenemos cada una de nosotras de aprender algo nuevo que nos interese, que nos apasione. Podemos conocer en profundidad de muchísimos temas solo con Youtube por ejemplo. Sin embargo, también en las redes sociales podemos pasarnos horas viendo videos e historias de gente ramdom solamente por entretenernos. En ese mundo virtual predomina lo hegemónico: los cuerpos de tal forma, las modas, los estilos de vida, entre tantas cosas. Esto muchas veces puede hacernos sentir no tan bien, nos podemos sentir frustradas; indudablemente el cerebro constantemente compara. Y también nos puede llevar a olvidarnos de esas cosas con las que nosotras conectábamos, las que nos hacían sentir bien. Esas cosas que nos dan curiosidad o nos intriga saber cómo son o cómo se hacen/funcionan.
En ese “aprender todo por YouTube o internet” Ivana cuenta a Evolucion que comenzó a estudiar los hongos comestibles. Aprendió qué son, cómo se reproducen, y todolo necesario relacionado al cultivo. También se inscribió en talleres y capacitaciones del Centro Pyme ADENEU y después de un año, cuando se sintió fuerte en el conocimiento, se lanzó a cultivar su primera producción de gírgolas en troncos de álamo.
“Los hongos los conocí en un momento mío de soledad. Conecté con el micelio porque es muy silencioso y callado; sin embargo, sostiene gran parte de toda la existencia en este planeta. Con el respeto con que los riego, los manipulo, y los estudio, luego cuando los cosecho siento mucha gratitud” nos relata Ivana, mientras nos muestra sus zonas de cultivo.
Podés ver sus cultivos en su nueva cuenta de Instagram @patagonia.girgolas y si te interesa saber más sobre hongos, o plantas te puede ayudar a entender y estudiarlos.
“Si no te sentís bien, o te sentís perdida te quiero dejar un mensaje. Te invito a caminar descalza todos los días, todo el tiempo que puedas y te vas a recordar de esas cosas que te hacen conectar y sentir lo linda que es la vida. Siempre hay un camino para salir adelante, siendo lo que a una le gusta, eso es lo que te va a acompañar”