Para muchas futuras madres del dia de hoy el parto natural no es una cuestión de “valentía” o “martirio”; simplemente quieren tratar el trabajo de parto y el alumbramiento como un acontecimiento natural. A pesar del dolor, muchas mujeres descubren que la experiencia les da fuerza y mucha satisfacción.
Acerca del parto natural
El parto natural es una manera de dar a luz con poco uso de la tecnología y dejando que la naturaleza siga su curso. Esto puede incluir lo siguiente:
- Atravesar el trabajo de parto y el alumbramiento sin la ayuda de medicamentos, incluidos los analgésicos, como las epidurales
- usar pocas intervenciones médicas (o ninguna), como el monitoreo fetal continuo y las episiotomías (un corte que se realiza en la zona que se encuentra entre la vagina y el ano para hacer espacio para el bebé durante el alumbramiento)
- permitir que la mujer dirija el trabajo de parto y el proceso de alumbramiento, haciéndolo de un modo en el que se sienta cómoda
La Organización Mundial de la Salud (OMS), asegura que la creciente medicalización de los nacimientos está dañando la capacidad de las mujeres para dar a luz.
Es por ésto y por la creciente demanda de cesáreas de forma electiva y sin criterio, que hoy vamos a hablar acerca de los beneficios del parto normal.
La madre se siente más libre para actuar. Es la que se conecta con el ser que va a dar a luz para el bien mayor. No necesita de una intervención quirúrgica, la cuál conlleva riesgos de hemorragias, coágulos, etc. Si hablamos de la recuperación es mucho más rápido y menos doloroso que en la cesárea.
MUY IMPORTANTE: Perdemos menos sangre durante el parto natural que en el caso de la cesárea; por lo cual luego de parir de forma natural estamos mucho más enteras y fuertes.
SE produce de forma automática el apego necesario entre bebe y madre, y la succión precoz favorece la producción de leche y se fortalece el vínculo amoroso.
¿Por qué hoy las mujeres eligen un parto en casa planificado?
Si vas a dar a luz en tu hogar, la atención durante el parto será totalmente diferente a la que recibirás en una clínica u hospital convencional. En esta búsqueda de respeto y de querer recibir los mínimos estímulos para que se acelere el proceso de ese ser. Es ahí donde la partera entra en juego. Solo estará para controlarte los aspectos físicos necesarios, sin invadir, sumamente respetuosa de tu espacio físico y sobre todo del niño por nacer.
En esa elección entra en juego varios deseos:
- Deseo de dar a luz sin intervención médica, como analgésicos, aceleración del trabajo de parto, inducción del trabajo de parto o control de la frecuencia cardíaca fetal
- Deseo de dar a luz en un lugar cómodo y conocido, rodeada de la familia
- Falta de satisfacción con la atención del hospital
- Deseo de libertad y control durante el parto
Podemos seguir nombrando los deseos innumerables que tenemos las mujeres a la hora de ir a parir, pero se resume en RESPETO y AMOR por el momento sagrado.
Cuado una mujer elige que el parto será en su domicilio, se encuentra con su dupla (Partera) que la acompañara y guiara para que ese cuerpo, se vaya preparando, para la armonía se genere en el momento del nacimiento. En ese momento de elección, ya nos sentimos realizadas, no va a ser cualquier médico de guardia que nos recibirá, será LA PERSONA QUE ELEGIMOS la que acompañara el momento de dar a luz. Ese vínculo que se crea es maravilloso, se construye con calidez y amor durante todo el proceso del embarazo, se genera un modelo de continuidad en el cuidado, Una mirada holística y no fragmentada del proceso. Una misma persona que acompaña a toda la familia. No solo a un útero gestante.
El foco puesto en la fisiología. En lo natural. Sabiendo que la gestación es un proceso de salud.
Cumpliendo las bases de la medicina basada en evidencia y no en usos y costumbres. Respetando y cumpliendo las leyes nacionales y las recomendaciones internacionales
Unicef y la OMS sugieren q sea la partera la que acompañe la gestación ya que son especialistas en fisiología. En cambio los médicos son especialistas en patología.
Leyes que nos amparan
La Ley N.º 25.929 de Parto Humanizado, sancionada en 2004 y reglamentada el 1 de octubre de 2015. Se planta firme sobre los derechos de madres y padres: a vivir el trabajo de parto, parto y posparto con libertad de decisión, consciencia y respeto. Pero como de la ley al hecho hay un trecho, te informamos bien para que tengas herramientas para que las utilices en el momento necesario.
DERECHOS DEL PACIENTE, HISTORIA CLÍNICA Y CONSENTIMIENTO INFORMADO
ARTICULO 1º — Ámbito de aplicación. El ejercicio de los derechos del paciente, en cuanto a la
Ley 26.529
autonomía de la voluntad, la información y la documentación clínica, se rige por la presente ley.
Capítulo I
DERECHOS DEL PACIENTE EN SU RELACIÓN CON LOS PROFESIONALES E INSTITUCIONES DE LA
SALUD
ARTICULO 2º — Derechos del paciente. Constituyen derechos esenciales en la relación entre él
paciente y el o los profesionales de la salud, el o los agentes del seguro de salud, y cualquier
efector de que se trate, los siguientes:
a) Asistencia.
b) Trato digno y respetuoso.
c) Intimidad.
d) Confidencialidad.
e) Autonomía de la voluntad.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir en los términos de la Ley 26.061 a los
fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos o biológicos que involucren
su vida o salud.
Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud.
Sancionada: Octubre 21 de 2009; Promulgada de Hecho: Noviembre 19 de 2009
Toda esta información es supernecesaria a la hora de querer tomar las riendas de nuestros partos, elegir como y donde deseamos dar a luz, para el cuidado de nuestro cuerpo y así también del ser que viene a encarnar a esta tierra.
Recuerda que nosotras las mujeres somos portadoras de valiosa información genética.
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