Pasaron 18 meses desde que el Concejal Matías Ángel Ramos, del bloque Evolución, presentó “Plottier #VertidoCero”. Un proyecto de ordenanza para convertir 30.000.000 de litros de líquidos cloacales que se vierten diariamente al Limay, donde nos bañamos y donde se toma el agua para potabilizar, en una forestación que podrá ir de 40 a 60 hectáreas. Una gran solución para transformar un grave problema ambiental en un recurso valioso para toda la comunidad plotteriense.
Con este se suman 14 proyectos de ordenanza de alto impacto social que se encuentran sin tratamiento hace semanas, meses y otros datan de más de un año en la Comisión de Gobierno del Concejo Deliberante.
En un contexto de crisis hídrica como la decretada meses atrás en Neuquén, el desarrollo de una forestación para la ciudad a partir de líquidos residuales tratados adquiere una importancia estratégica: promete ser el futuro para la gestación de espacios verdes forestales. Contribuirá a la reducción de la contaminación acuífera, aérea y al aumento de la capacidad de retención de polución en el aire para gran parte de la ciudad.
Bebemos el agua potabilizada del mismo río donde se tiran los vertidos cloacales tratados
Parece una locura leerlo, pero la realidad es que sí. La mayoría de las ciudades del Alto Valle bebemos el agua potabilizada del mismo río donde se tiran los vertidos cloacales tratados. Quizás te preguntes qué tan grave es esto:
En el año 2006 AIC emitió un informe alarmando sobre el incremento en el costo del tratamiento potabilizador de aguas para consumo humano y las prohibiciones sobre el uso recreativo en ciertos sectores del río Limay y Negro (AIC, 2006).
El alto nivel de contaminación del río Limay ha obligado, a lo largo de los años, a que distintos municipios del Alto Valle clausuren las costas para uso recreativo como balneario, luego de los distintos informes de alerta emitidos por la Autoridad Inter jurisdiccional de Cuencas (AIC) debido a la presencia alta de Escherichia coli.
Antiguamente se decía: “Si venís al Valle y tomás el agua del río Limay, te quedás a vivir”. ¿Qué río queremos tener en 5 o 10 años más? ¿Un río donde ni siquiera podamos bañarnos en verano como ocurre en Cipolletti?
Caso de éxito: Jacobacci incrementa la forestación regada con efluentes cloacales tratados
Con la puesta en producción de otras cuatro hectáreas con especies forrajeras y árboles, Jacobacci incrementa el uso de efluentes cloacales tratados para riego de especies agrícolas-forestales.
El objetivo de esta iniciativa es incrementar la reutilización el agua tratada en la planta de efluentes cloacales que tiene la ciudad, y que administra la Cooperativa de Agua de Jacobacci junto al DPA, para obtener productos y sub productos agrícolas-forestales y atender la demanda local y, a su vez, seguir contribuyendo al cuidado del medio ambiente.
Se busca dar una solución a corto y largo plazo a la disposición final de los efluentes tratados con un proyecto de carácter ambiental, pero también económico y social para la localidad y que al mismo tiempo se torne sustentable.
Desde el 2008, Jacobacci cuenta con 210 usuarios de servicio de cloacas y hay un número similar se incorporarían en poco tiempo más. Luego de adverso impacto que generó en la zona la erupción del volcán Puyehue y, para mitigar el derrame de efluentes cloacales tratados hacia un mallín, la Cooperativa de Agua y el Programa Forestal del Ente de Desarrollo de la Región Sur realizaron la primera plantación de árboles. Se plantaron unos 200 unidades, buscando incrementar los espacios verdes y evitar la contaminación del mallín.
La experiencia fue altamente exitosa y motivó, en el 2015, la firma de un convenio de cooperación técnica entre el DPA, Cooperativa Agua, Universidad Nacional de Río Negro, INTA y municipio de Jacobacci para el reúso de efluentes con fines productivos y experimentales, siendo Jacobacci la primera experiencia de este tipo en la provincia. A partir de allí se incorporaron nuevas especies de árboles y se experimentó con forrajes.