
Luego de mucho camino recorrido, me encuentro en un momento crucial de mi vida. Me pregunté por la vida libre de crueldad animal. Haciendo una retrospectiva, me observo por allí en la década de los 90 cuando con conciencia comienzo a elegir una nueva calidad de vida. Todo comienza con una transformación en las conductas alimentarias, consumir preferentemente verduras, ir dejando de lado las carnes, consumir pocas harinas refinadas y así también el azúcar.
La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgado por la forma en que sus animales son tratados.
Mahatma Gandhi
Luego de esta tremenda decisión para mi corta edad me redescubro en una sociedad y una generación que desconocía bastante del tema, poca información circulaba, pero mi estilo de vida fue cambiando lentamente para mejor.
Mi segundo gran paso fue descubrir que mi salud no solo dependía de la alimentación sino también, de elecciones pequeñas que hacían al ser humano en el que deseaba trasformarme.
Llega el momento de sentir que todo absolutamente todo lo que llegara a mi cuerpo era primordial que fuera natural, o lo más natural posible. Comienzo con los desodorantes naturales, la pasta de diente casera hecha por mí, champú sólido hecho por manos de artesanas que la vida me fue regalando, y así innumerables productos que fui modificando lentamente de mi consumo habitual. Pero lo más sorprendente de todo es que estas decisiones para el nivel de conciencia que tenía eran para cuidar mi templo, mi cuerpo físico que se donaba para que yo me ocupe con amor y respeto. Nunca en estos años vividos me puse a pensar ni un poquito en la letra chica que nadie lee. ¿Por qué matar animales para consumirlos? ¿Solo porque son de otro reino nosotros tenemos más poder sobre ellos? ¿Los productos que indican estar testeados son en seres humanos? ¿Qué impacto tienen sobre los animales los testeos?
Y con todas estas preguntas que fueron surgiendo, me fui adentrando en el tema que hoy está siendo auge, es por eso que me entrego y animo a compartirles mi experiencia.
Antes de que un producto cosmético, de belleza, de higiene personal, fármacos, etc. estén disponible para el uso humano debe pasar por una serie de procesos, entre ellos, la evaluación de la seguridad de los componentes y/o producto final. Esto es para garantizar que no representará un riesgo para la salud humana. Para comprobar esta seguridad se realizan experimentos en animales como roedores, conejos, cobayos y otros animales. Consiste en probar los productos en los animales con vida para ver sus reacciones; estas pruebas son extremadamente dolorosas, estresantes e invasivas, la mayoría de estos animales son sacrificados después de usarlos en un experimento.
Lo primero a lo que llego es una palabra nueva para mi vocabulario PETA,que es la organizacion de derechos animales mas grandes del mundo, se enfoca en las cuatro áreas en las que el mayor número de animales sufre más intensamente por períodos de tiempo más largos: en las granjas industriales, en el comercio de la ropa, en los laboratorios y en la industria del entretenimiento. También trabajan en muchos otros asuntos como es el caso de la matanza cruel de ratones, ratas, aves y otras «plagas», así mismo contra la crueldad hacia los animales domésticos.
Se calcula que cada año se utilizan entre 50 y 100 millones de animales de varias especies para experimentos científicos.
¿Qué tipo de experimentos se usan para testar cosméticos?
En la investigación cosmética se llevan a cabo dolorosos experimentos en cientos de miles de animales cada año, incluyendo conejos, cobayas, ratas, ratones. Estas pruebas incluyen la irritación de la piel o los ojos, sensibilización de la piel (provocar alergias), toxicidad (envenenamiento), mutagenicidad (daño genético), teratogenia (defectos de nacimiento), carcinogenicidad (causar cáncer), daño genético embrionario o fetal, toxicocinética (para estudiar la absorción, metabolización, distribución y excreción de las sustancias químicas).
Ejemplos de “experimentos” para garantizar la seguridad del consumidor (que seriamos nosotros al elegir esos productos)
- Espuma de Afeitar: Se mete a presión en el estómago de animales.
- Laca para Cabello: Se hace inhalar la sustancia hasta lograr un coma.
- Champú: Se obliga a animales a ingerirlo y se le introduce concentrados a los ojos de conejos.
- Dentífrico: Se fuerza a conejos, ratas y cobayas a ingerirlo.
- Máscaras y Sombra de Ojos: Se introduce en los ojos de conejos hasta la ceguera total.
- Maquillaje: Se extiende sobre la piel afeitada de animales sensibles.
- Solución para Lentes de Contacto: Se introduce en los ojos de conejos, más sensibles que los ojos humanos.
- Jabón: Se fuerza la irritación de la piel de animales afeitados.
- Bronceadores: Se expone a conejos con la piel afeitada a rayos ultravioleta para probar estos productos.

CÓMO AYUDAR A LOS ANIMALES
Podemos evitar esta crueldad dejando de comprar productos de empresas que testan en animales, volver a lo más natural fabricar nuestros productos, comprar nuestros productos a esos seres que elaboran con conciencia para el bien mayor.
]]>Para mi mente, la vida de un cordero no es menos preciada que la de un ser humano (Mahatma Gandhi)