Reducimos nuestra basura, somos más ecológicxs y además logramos un excelente abono para nuestras plantas y mejoramos la estructura del suelo sin más complicaciones.
Aboná tus plantas sin complicaciones
Sobre los beneficios del compost encontraremos un sinfín de beneficios, pero cuál es el principal beneficio, pues la elaboración de abono orgánico con residuos propios para un buen aprovechamiento y sobre todo, para el bienestar de los cultivos o las plantas a las cuales este destinado este abono orgánico.
El compost es una tierra de excelente calidad, sembrando tus plantas en compost tienes muy bajas posibilidades de que tu siembra falle debido a este tema.
El compost también sirve como abono natural para tus plantas, ya que es un producto muy rico en nutrientes.
El compost ayuda a que la tierra se airee mejor y mantenga la humedad.
Debido a las altas temperaturas que se producen en su fabricación, desaparecen las semillas de malas hierbas, quedando una tierra pura.
Muchas veces actúa como bactericida y fungicida, siendo que no contiene ningún tipo de químico.
No es necesario comprar este producto, ya que lo puedes hacer fácilmente en tu hogar.
Haciendo compost ayudas a reducir la cantidad de basura que llega a los vertederos, y contribuyes con el reciclaje.
¿Qué efectos produce el compost en las plantas?
Por su acción antibiótica, aumenta la resistencia de las plantas a las plagas y agentes patógenos.
Su PH neutro, lo hace sumamente confiable para ser usado con plantas delicadas.
Aporta y contribuye al mantenimiento y desarrollo del micro flora y micro fauna del suelo.
Facilita la absorción de los elementos nutritivos por parte de la planta.
Transmite directamente del terreno a la planta, hormonas, vitaminas, proteínas y otras fracciones humidificadoras.
Aporta nitrógeno, fósforo, potasio, azufre, boro y los libera gradualmente, e interviene en la fertilidad física del suelo porque aumenta la superficie activa.
]]>Enorme agradecimiento a Gabriel de Cosas de Jardín por acompañar y patrocinar cambios de conciencia que impulsan el regreso a la soberanía alimentaria; algo que la humanidad ejercía hace más de 50,000 años y que sólo hace 200 años comenzó a desaparecer: Cultivar nuestros propios alimentos de forma agroecológica.
Matías Ángel Ramos.